Adquiere tus lentes de sol para esta primavera-verano
Las cataratas son preciosas delante de nuestros ojos hasta que se quedan pegados en ellos: allí se convierten en una enfermedad que podría llevarte a la ceguera. Una catarata podría impedirte admirar una catarata, entre otras bellezas que tiene la naturaleza.
De la misma forma en que llevas el cargador del celular en el bolsillo, esto podría evitarse si usas lentes con protección UV para los ojos.
¿Qué es la radiación UV? Las radiaciones ultravioleta (UV) son radiaciones electromagnéticas con longitudes de onda entre 100 y 400 nanómetros. En cantidades pequeñas, las radiaciones ultravioleta son beneficiosas para la salud y desempeñan una función esencial en la producción de vitamina D. Sin embargo, la exposición excesiva a ellas se relaciona con diferentes tipos de cáncer cutáneo, quemaduras de sol, envejecimiento acelerado de la piel, cataratas y otras enfermedades oculares. También se ha comprobado que estas radiaciones aminoran la eficacia del sistema inmunitario.
Lo que se puede concluir es que, si uno sale a la calle, de paseo, de viaje turístico sin la protección debida, es casi un suicidio. No se trata de que hay sol o no: están ahí, imperceptibles.
La radiación UV está presente todo el año, día, noche, verano e invierno, incluso en días nublados. El rebote de los rayos UV en la superficie del agua o la arena de la playa puede aumentar o duplicar su intensidad. Por ello, es muy importante verificar que las gafas de sol tengan filtro de protección UV. De lo contrario el daño a sus ojos será severo.
Según la Organización Mundial de la Salud, cerca de un 20% de las cataratas están provocadas o se han agravado debido a la radiación UV en los últimos años. Si vas a viajar, vas a ir a la playa este fin de semana, usa bloquedor solar y, sobre todo, USA LENTES DE SOL.
Algo que debes saber: los rayos UV se dividen en tres categorías de medición de nanómetros (NM: millonésima parte de un metro): UVA 400 nm (son los rayos que broncean, causan efectos a largo plazo como arrugas, marcas y manchas de edad) , UVB 350 nm (responsables de las quemaduras del sol, contribuyen poco al bronceado) y UVC 300 nm (nunca llegan a la tierra pues son filtrados por nuestra atmósfera).
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