¿Qué hay que tomar en cuenta al elegir unos lentes de sol?
La moda impone diferentes modelos de marcos y cristales de colores. Pero lo que no remarca la tendencia de moda es que los anteojos de sol deben ser usados con el asesoramiento y control adecuado de un oftalmólogo. De esta forma, se logra optimizar el resultado y se cuida la salud visual.
Con frecuencia, el uso de lentes de sol de baja calidad puede causar dolor de cabeza, visión de halos o luces, efecto prismático o distorsión en la vista. Nadie discute que son lindos, cancheros, imitan aquellos importados que están de moda en otros países, tienen marcos de colores y de formas atípicas, y suelen ser bastante económicos pero, ¿a qué precio vamos a exponer a un órgano tan
endeble como lo son nuestros ojos?
Para que sea bueno no necesariamente tiene que ser costoso. Una forma de asegurar el control de la calidad es adquirirlos en lugares habilitados a tal fin, como Rivacc, que somos especialistas.
Estos anteojos además de poseer un filtro de color pueden asociarse con la graduación de lentes que la persona usa normalmente, por ejemplo, en la miopía (visión borrosa de objetos lejanos), el astigmatismo (curvatura irregular de la córnea) y la hipermetropía (cuando los objetos cercanos se ven borrosos) ayudando a mejorar la calidad visual.
Los filtros se clasifican en nivel bajo, medio y alto según su capacidad de absorber la luz molesta. El utilizar un filtro inadecuado para la actividad que se realiza puede provocar dificultades en la visión.
Por ejemplo, si se usan lentes con un filtro de luz alto para manejar en la noche, la visión de contraste disminuye y la capacidad de ver los objetos a la distancia se verá afectada. También, si los anteojos de quienes están en la nieve tienen un filtro de absorción baja pueden causar queratitis, cataratas o lesiones en la retina.
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